Cuando hablamos del plástico pueden venir a la mente términos como higiene, salud y conveniencia. Si bien los plásticos mejoran nuestra calidad de vida, como consumidores e individuos preocupados por el medio ambiente, enfrentamos el desafío de gestionar adecuadamente y desechar esos mismos plásticos que disfrutamos.
Existen diferentes tipos de plásticos. Por ejemplo el PET, catalogado con el número 1, es el más reciclable, resistente y seguro. Su ciclo de vida circular, le permite reutilizarse incluso para fabricar envases y empaques para alimentos que requieren de los estándares de higiene más rigurosos.


El PET tiene una tasa de reciclaje similar a la del aluminio y el vidrio, pero lo sorprendente es que genera una huella de carbono 80% menor que ambos.
En la estrategia de Alpek el impulso al uso del PET y a su reciclaje se ha hecho evidente en los últimos años con adquisiciones como CarbonLITE en 2021 y el negocio de lámina de PET en el Medio Oriente en 2022. Esta estrategia es clave para el compromiso de Alpek de cumplir con sus objetivos ESG cualitativos y cuantitativos hacia 2030.